Las carillas de porcelana
La estética bucal como todas las otras partes del cuerpo, cada vez toman más importancia entre los seres humanos comunes, comunes porque tradicionalmente las mejoras físicas quedaban limitadas para los actores y actrices y para otras personas con un alto poder adquisitivo.
Hoy la estética es una parte muy importante en las relaciones interpersonales, sean estas sociales y/o profesionales. No podemos pensar que para que otras personas nos vean atractivos, debemos tener o presentar rasgos y formas en el rostro y en el cuerpo, que según los estándares aprobados y sostenidos por la Sociedad implican belleza. Cualquier defecto facial y corporal pueden provocar el rechazo del espectador, incluso este rechazo en la mayoría de la veces es el generador de la inseguridad en las personas que los poseen.
La boca y los labios que son los que realmente identifica a las personas, son posiblemente las partes más sensibles dentro del rostro humano y es por eso que hoy tenemos los denominados “métodos restauradores de cerámica sin núcleo metálico”, estos le están permitiendo cada vez a más personas contar con una sonrisa atractiva y eliminar defectos congénitos, causados por accidentes e incluso mejorar el deterioro causado por el paso de los años. Estos métodos les ha permitido a los Odontólogos obtener excelentes resultados estéticos en muchas personas y es un procedimiento al alcance de la mayoría de los bolsillos.
El nombre que reciben las incrustaciones de cerámica es: “carillas de porcelana” y se utilizan hoy como una de las más importantes técnicas que recuperan una sonrisa para hacerla agradable e incluso espectacular entre quienes se someten a este método reconstructivo.
Las carillas de porcelana son en realidad una láminas muy finas de porcelana que se adhieren generalmente a los dientes existentes del paciente y que por su diseño reconstruyen y embellecen la dentadura. Obviamente además de cambiar la forma de la dentadura, también se mejora el color de la misma.
Este procedimiento, básicamente consiste en que el Odontólogo toma muestras de la dentadura del paciente, y mediante un análisis que él realiza, hace una propuesta al paciente de su mejora, normalmente hay que realizar algunos ajustes o desgastes mínimos en los dientes originales que además permitirán fijar con mayor solidez las carillas de porcelana. Cuando la propuesta es aprobada por el paciente el Odontólogo procede a insertar las carillas sobre los dientes del paciente. Es un procedimiento prácticamente indoloro y en realidad se realiza en un plazo muy razonable dependiendo de la complejidad del problema bucal que presente el paciente.
Carillas en el molde para su presentación Vista Frontal.
Carillas en el molde para su presentación Vista interior de la boca.
Dentadura sin carilla de porcelana.
Dentadura con carillas de porcelana.